martes, 10 de enero de 2017

Guerrilleros


En los años de la Guerra de la Independencia “la guerrilla” constituyó un modo de vida que llego a ser muy general en el medio rural aragonés, realizando misiones muy variadas y creando un clima de terror entre las tropas invasoras y siendo una forma de resistencia muy efectiva.
Las batallas de María y Belchite (15 y 18 de Junio de 1809) habían supuesto la desbandada del ejército regular. Sin plazas fuertes, sin soldados y sin dinero, la Junta de Aragón había optado por potenciar las guerrillas y la resistencia armada de los pueblos.
La Junta entrega una lista comprendiendo diferentes pueblos donde se hallaban un considerable número de dispersos y fusiles. Se señalaban especialmente Moyuela, Azuara, Aguilón, El Villar de los Navarros, Herrera, Plenas, Blesa, Huesa, Letux, Lagata, Samper del Salz, y Moneva. Se cifraban en unos 400 dispersos y más de 700 fusiles. La Junta comisionaría a Ramón y Clemente Serrano procedentes de Azuara, para recogerlos. La Junta les habría encargado que remitieran los dispersos a Teruel, donde se estaba organizando el nuevo Regimiento de Infantería del Infante D. Carlos, y que pusiera los fusiles a disposición del brigadier Villacampa.
D. Tomás Campillos era uno de los más valientes hijos de la villa de Cariñena, y su guerrilla una de las más renombradas de Aragón. Campillos y su partida están en Monforte, el 9 de Mayo de 1811, y cerca de Bádenas batió a 250 franceses. En los días siguientes sostuvo Campillos varios combates en Aguilón y Tosos, tanto más notables cuanto que sus fuerzas eran escasas y los franceses reunieron para combatirle los destacamentos de Morella, Alcañiz, Daroca y Cariñena, á pesar de lo cual les hizo 50 muertos y les causó gran número de heridos, no teniendo él que lamentar más pérdida que tres muertos y tres heridos y el extravío de 10 de sus guerrilleros que cayeron en poder del francés.
Parte que envió el capitán D. Tomás Campillos al capitán general de Aragón el 29 de Noviembre de 1811 con otro hecho relacionado con Aguilón:
«Mi general: Continuando los encargos de mi comisión, acabo de ver morir con un valor indecible al oficial D. Pedro Ordovas, prisionero, al comandante de mi caballería D. Benito Falcón, y perdido algunos hombres entre Monforte y Plenas el día 23, en que fui atacado por 600 infantes y 100 caballos, bien dirigidos por guías del país, que se me informa fueron de Plenas y que supieron conducirlos separándolos de mis centinelas y avanzadas, de suerte que, á pesar de la oscuridad de la noche, me cercaron por todas partes, excepto por un flanco, del que me valí para poder salvar esta partida, a pesar de la vigilancia de los enemigos y de las combinaciones tan concertadas, como manifiesta la carta interceptada que incluyo a V. E.
Yo tuve poco lugar para prevenirme, pues el día 22, en que saqué las décimas de Aguilón y Tosos, nada sabía de enemigos; pero no obstante, he podido salvar estos enseres, ya escoltándolos con una porción de gente, ya con toda la fuerza, dejando al cuidado del teniente D. Mariano Díaz contener al enemigo, que, aunque superior en fuerzas, fue en parte derrotado por este benemérito oficial.
Sería molesto si refiriese á V. E. el pormenor de las marchas encontradas y difíciles que he tenido precisión de hacer para librarme de caer en poder de dos diversas columnas de enemigos, que tenían concertado el doble objeto de cogerme con los artículos de mi comisión y exigir todas las contribuciones de los partidos de Alcañiz y Daroca, y el enorme pedido de 4.000 cahices de trigo ó harina, comisión que cumplen en parte, dejando en el país por donde pasan la desnudez, el hambre y la ruina.

Campo del honor 29 de Noviembre de 1811.»

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