viernes, 23 de agosto de 2013

Aguilón señorio o realengo


Albarán de Blasco Fernández de Heredia, Señor de Aguilón de  20-06-1414



Tierras de señorío, tierras de realengo

Durante el proceso de reconquista y repoblación del territorio, los reyes cristianos contaron con colaboradores como la nobleza, los monasterios, las órdenes militares, etc., que fueron compensados con la entrega en propiedad de las tierras o con el disfrute de las rentas de los territorios conquistados. También existían las localidades y gentes de realengo, que dependían directamente de la administración real. Se formaron los señoríos, donde nobles, abades, obispos, comendadores o los propios concejos urbanos tenían reconocidos derechos y poderes sobre la tierra, sus frutos y las gentes que allí habitaban.
Dependiendo de quién fuera su titular, se crearon señoríos laicos o seculares, eclesiásticos y de órdenes militares que se encargaron de repoblarlas y poner en explotación sus tierras. Mediante la concesión de fueros, privilegios y cartas de población se concretaron las relaciones de dependencia del territorio con su señor natural, el rey, o con los señores a los que el monarca cedía temporal, vitalicia o permanentemente la posesión de un lugar.
Según los documentos consultados, podemos suponer, que el territorio de Aguilón estuvo en distintos momentos de su historia vinculado al señorío y al realengo.
El 1 de Diciembre de 1186 en Zaragoza, Guillermo de Belmes arcediano de Cabañas, (que más tarde sería La Almunia de Doña Godina), y que fuera unos años antes prior de Aragón y Navarra de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén y Armengol de Aspa, prior del Hospital de Saint Gilles y que al año siguiente seria maestre de la Orden del Hospital, de acuerdo con García de Lisa Castellán de Amposta, acuerdan que las iglesias de La Almunia de Cabañas y Salillas, y la heredad de Aguilón las posea el segundo, y el primero perciba la mitad de los diezmos. Cartulario Magno de la Orden de San Juan de Jerusalén, tomo III, págs. 539-40.
Tras la definitiva derrota de la Unión, formada por los nobles que apoyaban al Infante Fernando de Aragón, contra el rey Pedro IV, en la batalla de Epila en 1348, en reunión parlamentaria de las cortes, fueron confiscados los lugares y castillos de Ayles, Botorrita, Tosos y Aguilón, que eran de Don Ramón de Anglesola, y manda el rey proveer de las rentas de ellos a Doña Elvira López de Eslava, su mujer, para su sustentación. Anales de la Corona de Aragón, Jerónimo Zurita, Libro VIII. XXX
Después paso a poder de la familia Fernández de Heredia: Blasco Fernández de Heredia ejerció el señorío de Botorrita y Aguilón, se le nombró Justicia en 1360. Blasco Fernández de Heredia y Ruiz, sucedió a su padre y fue Señor de Aguilón y Justicia Mayor de Aragón en 1395. En 1388 se adjudicaron a este las villas de Fuendetodos, Acañiciello, Ayles, Xaulín, María y Mediana. Juan Fernández de Heredia y Larraz, Juan Fernández de Heredia y Palomar, Juan Fernández de Heredia y Villalpando, fueron señores de Botorrita, Aguilón y Tosos. Perteneció a esta familia hasta que en 1576 Don Joan Pérez de Almazán y Catalina Fernández de Heredia lo venden a Felipe II, y esté a su vez, lo cede a la Comunidad de Aldeas de Daroca, quedando incluido dentro de la Sesma de Tras-sierra. Antonio Almagro Gorbea, El castillo de Mora de Rubielos. Solar de los Fernández de Heredia; Diarte Lorente, La Comunidad de Daroca: plenitud y crisis.

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