lunes, 20 de mayo de 2013

Nuevas escuelas



Aguilón: Nuevas escuelas
Artículo publicado en Heraldo de Aragón
22 Abril de 1915 

Nada más grato para mí que hablar de algo que represente cultura. Hoy puedo poner en conocimiento de los lectores un caso excepcional, la construcción de nuevas escuelas.
Seis años llevamos luchando sin descanso, hasta que este pueblo ha sentido la necesidad de educarse e instruirse. Para cubrir esta necesidad, ha construido un soberbio edificio que competirá por sus condiciones pedagógicas e higiénicas con las de las grandes capitales.
Situado en un extremo del pueblo, rodeado de frondosos árboles y flores, cuyos perfumes caerán sobre las tiernas inteligencias infantiles, con mucho aire, mucha luz, donde todo será bienestar, alegría, vida. Que ¿Cómo se ha hecho el milagro? Hagamos historia para que puedan enterarse todos los pueblos de España y ver si alguno se estimula y quiere imitar a los aguilonenses. Allá va.
Intentamos varias veces la idea y otras tantas fracasaba; pero esto que parecía a simple vista un fracaso, en realidad no lo era; pues servia para formar una atmósfera caldeada, un ambiente tan favorable que, solo hacía falta un hombre que se pusiera a la cabeza y dijera, hágase. Y, he aquí que llega a la alcaldía D. Mariano Bersabe, hombre enérgico y resuelto, con más corazón que cavidad de pecho y entusiasta empedernido de la enseñanza, y cual otro redentor que quiere librar a su pueblo de la ignorancia, se lanza a la ejecución de la obra.
Había que ver como todos trabajaban; los que tenían carro, transportaban los materiales gratuitamente; los obreros, en la misma forma, prestaban su ayuda personal que, en algunos casos, llegaban al máximo sacrificio, pues había quien tenía seis o siete de familia sin otros recursos para alimentarse que el jornal diario que ganaba y cuando le tocaba turno, abandonaba todo para presentarse gustoso a edificar la escuela.
El día 30 de marzo de 1914, se tomaron las medidas del edificio, los niños tomaron apuntes para que recuerden tan grata fecha, el mes de mayo se dio principio a los trabajos y, así, solos nosotros, sin ayuda de nadie, en secreto para que no hubiera bombos y sin alterar el presupuesto municipal, el mes de noviembre teníamos los salones de las escuelas hechos y buena parte del edificio.
El día 17 del corriente año recibíamos la visita del inspector, a quien damos infinitas gracias por su informe favorable y por sus frases alentadoras.
El día 19 del mismo mes, tuvo lugar la bendición del edificio por el párroco D. Enrique Midián y esto sí que fue un acto imponente. Estaba conglomerado todo el vecindario; los niños y niñas en dos filas, con sus respectivos maestros, cantaron desde la iglesia a las escuelas y D. Manuel Beltrán sacó una foto del acto.
La emoción que entonces sentíamos era inmensa y nos imposibilito el hablar; pero hoy, con el espíritu tranquilo, en nombre del Sr. Alcalde, de los niños y maestros, que desde estas columnas, doy a todos que han contribuido gustosamente en la obra, las más expresivas gracias y mi mayor aplauso.
Si hubo algún rebelde, le perdonamos para que se corrija en lo sucesivo.
Hoy, con autorización de la superioridad, han sido inauguradas.
Con esta fecha recae para el Sr. Bersabe y su pueblo el mayor timbre de gloria. Vaya también un aplauso para mi querido amigo D. Manuel Pola, antecesor alcalde, que supo guardarnos unas pesetas para la obra mencionada.
Un caballero, cuyo nombre quiere ocultar, nos visito hace unos días y regalo cinco pesetas para el niño más se distinga por su aplicación y buena conducta y otras cinco para una niña.
Adelante Sr. Alcalde y pueblo todo, adelante que hoy habéis abierto dos luminares que derramaran haces de luz en las inteligencias de vuestros hijos; dos fabricas que producirán ciudadanos útiles; dos templos que os recompensaran el esfuerzo hecho, que ha rayado en sacrificio….
Desde hoy, queridos niños, se os acaba el lúgubre salón con humedad rezumosa y sin capacidad, decencia ni higiene. Desde hoy tendremos un salón con grandes ventanas al mediodía que darán paso a bocanadas de aire puro, cargado y saturado de oxigeno; otras tantas ventanas al norte, darán paso en el verano a la fresca brisa, que traerá aromas de flores y de árboles que a pocos pasos de la clase se elevaran lozanos y magníficos.
Todavía falta algo que hacer, que creo no se echara en olvido; mientras tanto se hace, perseverad, dignísimo alcalde y querido pueblo, en vuestro sublime empeño, que la gratitud y cariño de vuestros hijos y la estimación de todos los hombres honrados, sabrán recompensar vuestros desvelos.


domingo, 19 de mayo de 2013

Las campanas



De las antiguas campanas de Aguilón solamente queda el recuerdo y algunos de los yugos de madera, se dice que desaparecieron durante la guerra civil.
Cuatro eran estas: Ana María, Cristina, Lucía, Bárbara y un campanico.

Ana María: era la más grade y se encontraba en el centro de la torre, tenía una inscripción que decía: "Ana María me llamo, doscientas arrobas peso, el que no lo quiera creer, que venga y me sostenga el peso”. "Doscientas arrobas, multiplicado por doce….”. No se tocaba casi nunca por miedo a que el volteo perjudicara la estructura de la torre, solo se tocaba con el badajo.

Cristina: Que pesaba sobre veintitrés arrobas.
Lucia: pesaba ocho arrobas. Era la predilecta, la que más se usaba según dicen porque era muy maja para tocar, era más larga y un poquico más estrecha...
Bárbara: de cinco arrobas, con la que se hacían pruebas de destreza, como intentarla callar haciéndola girar a toda marcha.
Antiguamente, eran muchas las funciones que desempeñaban las campanas en los pueblos, entre ellas, las de avisar, convocar, alertar e informar a los vecinos. Los toques de estas producían hermosos efectos para un pueblo como Aguilón.
Se distinguían las fiestas según el número de campanas que bandeaban, los domingos se repicaba con dos campanas y bandeaba una sola; para las fiestas, repique de dos campanas y bandeo de tres o de una, según la gente que viniese.
En las procesiones se bandea con tres campanas.
El toque de oración marcaba el principio, la mitad y el final de la jornada; tras el último toque las campanas ya tenían que permanecer en silencio toda la noche.
Los toques antiguos de difuntos se realizaban con las cuatro campanas; una de ellas oscilaba y se daban golpes con las otras tres.
Con las nevadas se bandeaba una de las campanas para orientar a los pastores en su regreso al pueblo.
Los toques recogidos en Aguilón en 1984 se basan en una sola campana, que indica, según el ritmo, la velocidad o la técnica, los diferentes toques necesarios para una pequeña población: oración, diario, domingo y festivo, muerto adulto, muerto niño, alarma. Se trata de la comunicación con los mínimos elementos necesarios para distinguir los diferentes mensajes comunitarios.
El repique de los domingos sigue el esquema habitual: repique, bandeo de la campana y primer toque de misa. Para distinguir de los días festivos, el bandeo se alarga algo más.
El segundo y el tercer toque de la misa de domingos corresponden al único toque de la misa diaria. La explicación es muy sencilla: para este toque no es preciso subir a la torre y se puede realizar desde abajo con la soga.
Esta forma de tocar tiene otra justificación: como el sacristán no puede estar en misa y repicando, realiza el primer toque desde la propia sala de campanas, aproximadamente media hora antes de la misa, pero luego debe estar en la sacristía para preparar la celebración. Entonces, cualquier chico puede hacer las señales del segundo y tercero desde el pie de la torre.
Se diferencia la señal de muerto del toque de misa de difuntos si se añade, tras el medio bandeo de la campana, la señal de misa, es decir una serie de golpes más lentos y uno solo al final.
El toque precipitado de la única campana es señal de alarma. Se describe también la señal de alarma para los pastores, es decir el bandeo de la campana, que en otros lugares se llamaría "toque de perdidos".
El nombre de la actual campana es María de San Andrés Apóstol, su peso es de 182 kg, mide 68 cm de diámetro y 56 de altura, su fundición es de 1823, y tiene un epígrafe de dice: "MARIA DE Sn ANDRES APOSTOL A DEVOCION DE SUS PARROQUIANOS AÑO DE 1823"
 
Entrevista realizada por Dr. Francesc LLOP i BAYO a Enrique Barberan en Abril de 1984

Los toques de campanas de Aguilón, o mejor dicho, los toques de la campana de Aguilón, pues solamente hay una, aportan a pesar de su simplicidad, o precisamente por ello, una serie de estructuras básicas en cuanto a ritmos, a ordenación de toques, que se repetirán y desarrollarán en otros pueblos, pero que aquí se anuncian y organizan de manera clara. Tuvimos la suerte de encontrar un sacristán, que sigue actuando, pero que conoció en su niñez las campanas antiguas, la guerra, la destrucción de la iglesia, el retorno al pueblo. Sus palabras nos sirvieron para entender, con una sola campana, lo que muchos otros campaneros, mejor surtidos, apenas practican y no comprenden.
ENRIQUE BARBERAN fue entrevistado el 28 de abril de 1984, por la tarde, en la sacristía y en la torre, mientras preparaba los ornamentos para la misa vespertina. Esa misma tarde realizamos el trabajo de campo, es decir la toma de datos de la torre y de la campana, y al día siguiente, tras la misa, le grabamos los toques. Su amabilidad, la libertad con que nos dejó trabajar, son verdaderamente dignas de ser destacadas. CONTINUA.......



miércoles, 30 de enero de 2013

Villancico de Aguilón



La Orquestina del Fabirol ha decidido rescatar en su disco-libro "La Navidad en Aragón" tradiciones aragonesas navideñas.
La selección musical la realizarón con el musicologo Blas Coscollar que tenia recogidas algunas piezas que no se encontraban en los cancioneros al uso. La versión recogida en el disco de "El Borriquito" de Aguilón habia sido documentada por Don Gregorio Garcés, maestro de la capilla de la Seo, en los años 50 y por Don Juan Jose Mur (otro cura musicologo de la epoca). El cancionero de Juan Jose Mur lo publico el gobierno de Aragón en la decada de los 90 y el trabajo de Gregorio Garcés tardó muchos años en publicarse y al fin vio la luz en una obra editada hace unos pocos años por el Instituto de Estudios Altoaragones y la DGA.

El Borriquito de Aguilón
Arre borriquito, vamos a Belén, que mañana es fiesta y al otro también.
Arre borriquito arre burro arre, anda más deprisa que llegamos tarde.
Cuatro caballitos iban a Belén, corren y corren y nunca se ven.
Cuatro caballitos iban a Francia, corren y corren y nunca se alcanzan.
Arre borriquito vamos a Belén, que mañana es fiesta y al otro también.
Arre borriquito arre burro arre, anda más deprisa que llegamos tarde.
Cuatro caballitos iban a Belén, corren y corren y nunca se ven.
Cuatro caballitos iban a Francia, corren y corren y nunca se alcanzan.


lunes, 23 de abril de 2012

Cueva Onsa (Cueva del Pantano)


Esta pequeña cueva se encuentra en Aguilón al sur de la provincia de Zaragoza, en unas pequeñas estribaciones montañosas del Sistema Ibérico.
Para llegar a la Cueva Onsa, hay que llegar a la localidad de Aguilón.
Desde el pueblo, tomar la pista que conduce al Embalse de las Torcas.
En lo alto de unos cortados con buitreras se localizan, casi seguidas, dos cuevas; la Cueva Ajo Frio, y la Cueva Onsa. La primera es pequeña y de escaso interés.
Cueva Onsa, de pequeño desarrollo, apenas 150 metros, es muy interesante y rica en formaciones de espeleotemas.


La entrada es un tanto retorcida en todos los sentidos, por dirección y dimensiones.
De la pequeña gatera salimos a una sala amplia pero no muy alta, no llega al 1,5m.
Unas pequeñas columnas situadas en el medio permiten rodearla.
Al fondo se ve la luz de la entrada, ya que además de la curva de entrada, también hay un pequeño conducto vertical obstruido con piedras que baja directo.
La sala tiene algunas prolongaciones pequeñas, salvo una mas ancha pero de muy reducida altura.
A la izquierda, según avanzamos, se encuentra un agujero, por el que destrepamos  a otro nivel.
En este nivel, se puede explorar un poco hacia la derecha, o bien, continuar descendiendo a través de otro agujero estrecho con destrepe. En este nivel intermedio da la sensación de que cuesta respirar, entra un poco la paranoia de si escaseará el oxigeno.
Se encuentra un estrecho laminador al que se le da la vuelta por debajo para evitar arrastrase en él.
En la base de este nivel inferior, se puede continuar a derecha y a izquierda.
Hacia la derecha, tras una pequeña subida, se llega una cavidad cerrada pero con una bella formación de finas estalactitas.


Volviendo al centro, junto a la base del destrepe hay una pequeña gatera, pero que termina sin mucho interés a los pocos metros.
Después a la izquierda y tras un paso estrecho se accede a la Sala de la Rana, dos pequeñas cámaras, con cierta altura y formaciones muy chulas. Se puede acceder por arriba o por debajo entre ellas.
En la cavidad se pueden apreciar algunos detalles curiosos:




lunes, 27 de febrero de 2012

Dance de las Cintas


Luis Miguel Bajén, fundador del Archivo de Tradición Oral en Aragón, ha sacado a la luz el libro "Músicas de la Tierra, melodías, bailes y músicos populares en la provincia de Zaragoza.
El libro recupera tradiciones, como el Dance, de los desparecidos bailes de las cintas de Aguilón, Fuendetodos, Tosos y Valmadrid.
LOS DESAPARECIDOS BAILES DE LAS CINTAS DE AGUILÓN, FUENDETODOS, TOSOS Y VALMADRID
Conocemos este peculiar "baile o jota de las cintas" gracias a las noticias de prensa publicadas a finales del XIX y principios del siglo XX que recogimos hace unos años en una serie de artículos. Desgraciadamente, no he podido recabar testimonios orales ni conseguir fotografías del mismo, aunque quizá a partir de la publicación de estos datos surjan nuevas aportaciones.
En Aguilón aparece citado como número de las fiestas de septiembre en 1888 ("el siempre celebrado 'baile de la cinta' en la plaza"), 1899 ("el por aquí tan renombrado 'baile de la cinta' en la plaza del pueblo") o 1902 ("baile llamado de la cinta, que tiene lugar en la plaza a las tres de la tarde")'. Tenemos que esperar hasta 1903 para encontrar una descripción más detallada publicada en un comentario sobre las fiestas de este pueblo:
Colocado en sitio preferente el Ayuntamiento y el clero, dase principio, con la presentación de los bailadores, mediante un expresivo saludo seguido de una breve danza. Prosigue a continuación al compás de la jota el baile, por parejas, ciñendo el uno a la otra sin interrumpir el baile, en los brazos y cuello, anchas cintas de seda multicolores. Resulta éste un espectáculo agradable por ser remembranza de los bailes y danzas de otros tiempos.
La primera referencia a un baile de la cinta en Fuendetodos que encontramos en nuestra investigación es de 1893. Se trata de un comentario sobre las fiestas de San Bartolomé:
Es también muy curioso el baile de la cinta donde, al compás de la dulzaina y el tamboril, bailaron la jota varías parejas, distinguiéndose La Chata, una saladísima moza, y el Pachín, un excelente joven de favorecida musculatura.
De manera mucho más escueta, "el típico baile de la cinta", es nombrado en 1909 en otra crónica sobre las fiestas de Fuendetodos.
En Tosos se menciona también una “jota de las cintas" en 1889 y, más detalladamente, en 1897:
El día del Santo Patrón por la tarde se bailó la tradicional jota de las cintas, costumbre clásica del país, y en medio de un gentío inmenso y una verdadera lluvia de dulces, lucieron las parejas sus habilidades distinguiéndose, notablemente Dña. María Serrano.
En 1902 se vuelve a nombrar "el tradicional baile de la cinta”, a los acordes de la banda de música de Encinacorba" y en 1910 "el tradicional baile de la cinta''. En una crónica sobre las fiestas de San Bartolomé de Tosos publicado por el Heraldo de Aragón en 1906 se describe el baile de la siguiente forma:
Termina la fiesta con el tradicional "baile de la cinta", verificado en la plaza pública, y en que cada uno de los señores que constituyen el Ayuntamiento acostumbra a obsequiar con dicho regalo a igual número de doncellas de la población para que, a presencia de las autoridades y público, la bailen pendiente del brazo derecho (...), habiendo sido todas ellas obsequiadas por el público desde los balcones con infinidad de dulces, que fue una lluvia continua, mientras bailaron dicha cinta, cada una con su respectivo acompañante.
También se celebra en Valmadrid en 1909, con la peculiaridad de ser bailado por una sola pareja:
San Gregorio. Entre los festejos populares, merece también citarse el clásico baile de la jota, llamada de la Cinta, que desde tiempo inmemorial viene celebrándose en la plaza pública y bajo la presidencia del Ayuntamiento; consiste en bailar solamente una pareja, escogida de antemano, debiendo colocar el mozo a su compañera, durante cinco o seis canciones y sin cesar de bailar; hermosas cintas de seda por las muñecas y cuello, lo que por la variedad de los colores resulta un efecto muy vistoso.

Yacimiento de vertebrados del Cuaternario


Edad: Pleistoceno Superior
Tipo de hallazgos: Huesos fósiles
Organismos: Ciervos, cabras, corzos, caballos, osos, grandes felinos, hienas, cuón y microfauna
Roca que los contiene: Arcilla de relleno cárstico en un medio continental
Descripción:
La cueva P-7 se sitúa en el macizo cárstico del Cerro del Pezón, en Aguilón, Zaragoza.
Las cavidades de este macizo ya eran conocidas en el ámbito de la espeleología como se refleja en el Boletín del CEA (Centro de Espeleología de Aragón) (Pastor López y Gisbert León, 2003) y en el libro de las Cuevas y Cavidades de la Provincia de Zaragoza (Gisbert y Pastor, 2009). En sendos trabajos se describen las 7 cavidades, pero los yacimientos cuaternarios en esta zona eran desconocidos hasta que en 2005 Samuel Zamora compañero de la universidad de Zaragoza y amigo del grupo nos comunico la existencia de relleno fosilífero en algunas de estas.
A partir de ese año el grupo Aragosaurus inicio un proyecto de estudio paleontológico de las cavidades del Cerro del Pezón para el cual conto con apoyo del CEA, como durante el
Yacimiento de vertebrados del Cuaternario
desarrollo de este proyecto aparecieron vestigios de ocupación humana (probablemente neandertal) se formo un equipo multidisciplinar que cuenta con miembros del Centro de investigación (UCM-ISCIII) sobre Evolución y Comportamiento Humanos así como del Área de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza.
El estudio preliminar de los fósiles de la cueva P-7 indican una edad para el depósito entre hace 40.000 y 30.000 años.
En cuanto a la macrofauna se han identificado numerosos restos de herbívoros: ciervos, cabras, corzos, caballos así como un importante número de taxones pertenecientes a carnívoros: hiena, osos, cuón, leopardo.
En la campaña de 2010 se han recogido numerosos coprolitos de hienas lo cual nos podría indicar que estas utilizaron temporalmente la cavidad como cubil, aunque por el momento estas conjeturas son preliminares y será necesario realizar un estudio en profundidad.
El estudio preliminar de la microfauna evidencia una diversidad y condiciones ecológicas distintas a las actuales. Ya que se detectan faunas frías como Chionomys que apuntan condiciones glaciares. Por otra parte la presencia de faunas de afinidad mediterránea como Iberomys y Crocidura indican que durante el relleno de la cavidad P-7 se produjeron fluctuaciones climáticas importantes.
Los yacimientos de las cuevas del Cerro Pezón por tanto nos ofrecen una espléndida oportunidad de obtener información sobre la fauna, la flora, el clima y las actividades humanas en una región y un momento de extraordinario interés de la Prehistoria europea.